lunes, 8 de junio de 2020

Chevrolet Opala

"Botella de Coca Cola"
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Chevrolet Opala Gran Luxo (1971)
IXO - SALVAT. (1.43)
  Casi de forma inmediata tras su puesta en mercado, el Chevrolet Opala se convirtió en un gran éxito de ventas, pues además de ser económicamente asequible, ofrecía a sus usuarios una excelente combinación de lujo, comodidad y fiabilidad mecánica. De origen europeo y corazón americano, el Opala sedan portaba carrocería derivaba del Opel Rekord C de 1966 y en el caso del coupé, del Opel Commodore Series A, ya que General Motors Brasil había desechado los modelos Kadett y Olympia al ser carrocerías mas pequeñas. La motorización inicial del Opala fue suministrada por el American Nova de Chevrolet, para el caso del propulsor de 4 cilindros Iron Duke de 2509 cc y 80 cv de potencia, y del American Chevrolet Impala para el 6 cilindros de 3769 cc y 125 cv.


  No hay duda que el Chevrolet Opala es y será siendo uno de los automóviles mas idolatrados en Brasil, y ello fue debido a su acertada adaptación al gusto brasileño de la simbiosis del diseño europeo-americano, con la dificultad añadida para los ingenieros brasileños que tenían que trabajar con el sistema métrico europeo y el americano, en pulgadas. El resultado no podría haber sido mejor. Un sedan de cuatro puertas de atractivas lineas laterales que se curvaban sensualmente desde el parabrisas hasta el guardabarros trasero al mas puro estilo “Coke Bottle” (Botella de Coca-Cola) de los Chevrolet Camaro de 1967 y Corvette de 1968, mientras que el diseño de su frontal estaba inspirado en el Chevy II norteamericano.


  Cuando el Opala hizo su lanzamiento en el mercado brasileño lo hizo como un automóvil relativamente lujoso dentro del segmento medio (E) compitiendo directamente con automóviles como el Ford Galaxie y el Dodge Dart, ambos con motores V8 pero dada la ligereza del Chevrolet Opala, su motor de seis cilindros (posteriormente otro de cuatro cilindros) logro que fuera tan ágil como los ocho cilindros de la competencia. En la década de los setenta el Chevrolet Opala coupé competiría con los Alfa Romeo 2300 y Ford Maverick; finalmente en la década de los ochenta, sus rivales eran los Ford Del Rey los Volkswagen Santana

(sic) (54)

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